Libro americano | (Argentina – Buenos Aires)
2012
Este libro estudia a Mariano Moreno, como protagonista fundamental de los sucesos revolucionarios de mayo de 1810 en el Río de la Plata, a partir del estudio de aquellos imaginarios y lenguajes políticos que se articularon en su discurso, acción y pensamiento. Estamos ante un hombre de la revolución, pero también de la escritura, quien busca entre los léxicos y “materiales” de las culturas políticas los fundamentos legitimadores de su acción y del proyecto revolucionario. La articulación discursiva que el Secretario de Gobierno de la Junta Provisoria de Buenos Aires despliega en sus escritos, permiten entender la larga conformación y confrontación histórica de imaginarios políticos de la monarquía hispana y sus constantes diálogos con los sucesos europeos. Asimismo, dan cuenta de la capacidad performativa que posee su singular vocabulario en momentos de disputa por la consolidación del poder.
En el corpus discursivo de Mariano Moreno, surgido de la pugna política por ampliar la legitimidad de la Junta de Buenos Aires, podemos encontrar una forma particular y contradictoria de resignificación de conceptos e ideas vinculadas al pactismo, constitucionalismo y republicanismo e inclusive del mismo legado regalista. Dicho corpus se introduce y recrea en un territorio convulsionado por las reformas borbónicas, por la insurgencia indígena (1780), por los debates del mundo altoperuano y por los ensayos de autogobierno que se extendieron desde La Plata y La Paz (1809) hasta Buenos Aires (1810). De esta manera, se intenta restablecer el vínculo estrecho entre el mundo altoperuano y rioplatense, muchas veces soslayado por los análisis históricos. Mariano Moreno –siguiendo una hermosa reflexión de Koselleck- pudo escribir, ir “hacia el pasado”, rescribir sus materiales a la luz del presente e intervenir en la acción política, porque algo había cambiado. La crisis dinástica de 1808 y la lucha de los diversos actores por conducirla, modificarían radicalmente todo el escenario político y discursivo. El Secretario de Gobierno, como la nueva élite de dirigentes revolucionarios, restituyeron una sustancial capacidad de la política: imaginar (y ensayar) el establecimiento de un nuevo orden social. Por eso, el recorte supuso un estudio sobre las élites políticas y los hombres de saber, integrando el universo de debates y sucesos culturales de la época. En términos metodológicos, este trabajo se inscribe en las perspectivas metodológicas que fueron planteadas por la renovación de los estudios de la historia política y la historia conceptual, la filosofía política así como en las propuestas sociológicas vinculadas al comprensivismo y a la perspectiva de los actores.