Susanne Hartwig (ed.). Iberoamericana Vervuert
La literatura no debe moralizar; así lo exige la emancipación de la moral que marca la ficción de los siglos XX y XXI. No obstante, en las representaciones literarias de situaciones históricas concretas se sigue inquiriendo en la dimensión ética, en lo que se estima “bueno” y “malo”, “justo” y “falso”. Tales distinciones no se limitan a las opiniones personales del lector; todo lo contrario, a menudo la narración misma las sugiere. Su ventaja radica en su capacidad de crear mundos posibles en las que puede adoptar posiciones morales y al mismo tiempo cuestionarlas, observar lo que es y lo que debe ser.
Las contribuciones de este libro resaltan la dimensión ética, en cuanto parte integrante de contextos culturales concretos, en escritos literarios que tematizan acontecimientos centrales del siglo XX. El volumen abre así un debate sobre el tema “ética y literatura” a través de estudios de textos concretos. La hipótesis principal es que los dilemas morales y los problemas éticos revelan la condición de la literatura en cuanto campo de experimentación imaginario de posibles actuaciones.